Lobo
suelto, cordero atado. El crimen del
padre Amaro. Dirección: Carlos Carrera. Basada en la novela homónima de Eça
de Queirós. México 2002. Guión: Vicente Leñero. Elenco: Gael García Bernal, Ana Claudia Talancón, Sancho Gracia, Angélica Aragón, Luisa Huertas, Damián Alcázar, Pedro Armendáriz Jr, Verónica Langer, Gastón Melo. Por Rosalía
Baltar: Dra. en Letras y docente de la UNMdP.
Lo más terrible de cometer un crimen
es que a las pocas horas te
olvidas de que lo hiciste
Tom Ripley
La
raíz de comparar una película con una novela puede hallarse, por ejemplo, en
los créditos de la pantalla. Leemos, en este caso, “basada en la novela
homónima de Eça de Queirós de 1875”
y eso nos podría hacer creer que el argumento o el tono o el espíritu de uno y
otro texto guardan semejanza. Es, de todas maneras, un sinsentido juzgar una
película por el grado de apego textual, como si alentáramos la idea de que el
texto escrito es el verdadero o real. Sin embargo, cuando el film ya nos
anuncia este parentesco sabemos su intención de declarar un origen y ponernos
en la pista del sentido que proporciona un texto anterior (es como una
referencia bibliográfica) y sabemos también que palabras e imágenes son cosas
diferentes. En este caso, son dos cosas bien diferentes: de Portugal, a México,
del siglo XIX al XX, de la humedad a la sequía, del frío y la lluvia al calor y
el sol radiante; de los rasgos de belleza lusitana (ojos negros, pelo negro,
hasta un tímido bozo en la joven Amelia que endulza el rostro o la tonsura que
resta cierta virilidad a la juventud de Amaro) al canon de los ojos sí o sí
claros (seas mexicano, inglés o indio). Aunque Borges motejara, divertido, de
parasitarios “esos libros… que sitúan a Cristo en un bulevar, a
Hamlet en la Cannebiére o a don
Quijote en Wall Street”, admitamos
que allí radica una elección y muchas veces sale bien. Pasemos de estos
elementos a otros un poco más interesantes, que se encuentran en las
modulaciones de los respectivos argumentos, lo único que quisiera poner en
contraste.
La
historia, sucinta, es la de un cura joven, Amaro, foráneo, que llega a un
pequeño pueblo y se enamora de una joven, Amelia, quien, luego de un ferviente
romance, queda embarazada. En la película, aborta y muere. En la novela, muere,
Amaro lleva a su hijo a una “tejedora de ángeles”, una ama de leche de quien se
dice, es mala, y se sugiere fuertemente que mata a los recién nacidos (Amaro
sabe esto, desde luego) y eso es lo que ocurre con el niño.
Los
vestigios de una moral católica, podríamos decir bien entendida, aparecen con
claridad en la película, lo que suaviza varias situaciones. Por empezar, Amaro
tiene, desde el principio, gestos de buen cura, caritativo y generoso; cuando
ya se da a conocer con la joven aparecen aspectos extorsivos del personaje, comodidad,
horror al qué dirán, molestia pero todo eso decrece en proporción al aumento de
la culpa y la conciencia, que sin que puedan impedir los actos que comete al
menos lo posicionan como un ser sufriente y hasta cierto punto víctima de sí
mismo. Habría que haber sido Tarantino, pongamos por caso, para no ceder a la
tentación de que el público comprendiera o tuviera deseos de consolar al
condolido Gael García Bernal.
De
alguna manera esto se proyecta en la comunidad: el juicio (interno, no hay
desde luego castigo al culpable) proviene del seno de la iglesia, de la mano de
un cura que de tanto arrepentirse por su lujuria (arrepentimiento que parece
surgir sólo a partir de la experiencia de conocer que el otro ha pecado con la
joven) termina con un acv, en silla de ruedas, yéndose de una capilla repleta
como un gesto de condena hacia Amaro. Hay, entre el clero, quien se permitirá
juzgar y condenar la irresponsabilidad del curita y quienes actúen
políticamente desde el disenso en otras cuestiones (relaciones con los narcos,
con los políticos, con los guerrilleros, con la teología de la liberación, con
una acción pastoral concreta, etc.) y quienes valoren las sentencias el fin justifica los medios y todo dinero está manchado de sangre y
actúen bajo sus preceptos. Precaria conclusión: el personaje y la comunidad son
complejos, contradictorios y en cada acción el bien se contamina de mal y el
mal, de bien.
En
el Portugal de 1875 no había cabida para los matices en una novela realista.
Amaro es, de principio a fin, y con mayor o menor exaltación, igual al resto
del cabildo eclesiástico: un fariseo, cómodo con su profesión, gozoso con las
prebendas que le otorga su dignidad religiosa, que no cree en el celibato pero
sí en la importancia de parecer un
cordero siendo un león. El texto no le da ninguna oportunidad a la iglesia,
a la política, al todavía existente sistema estamental sino que todo el mal se
encuentra en los acuerdos tácitos y explícitos de quienes detentan el poder:
los curas, los agentes del gobierno, los nobles. Ningún cura de visión
alternativa salva a la iglesia de la sórdida pintura que Eça de Queirós hace de
ella sino que su comodidad y los beneficios de la vida se sustentan en la roña,
la pobreza, la podredumbre de los dientes, la locura, la enfermedad, de una
comunidad explotada y pobre. Si en la película tenemos en primer plano el marco
general de corrupción a nivel social y luego emerge desde un segundo plano para
tomar, hacia el final, mayor protagonismo, el drama personal, en el libro de
Queirós el conflicto personal está en primer plano en un escenario de crítica
permanente al interés de la iglesia por sostener el status quo. Porque a cambio
de un cura silente y carcomido por la culpa, el final del libro es tremendo: el
status quo triunfa de manera brutal,
tanto que, pasados los años, Amaro ni se acuerda de aquella chiquilla, ni de su
muerte, ni de la de su hijo y ha aprendido que la solución a todos sus males es
persuadir en confesión sólo a casadas…
Son
dos padre Amaro, película y novela. El primero se encuentra embellecido, sus
personajes son más inocentes y la pequeña sociedad del pueblo es presentada a
través de aspectos sincréticos, diríamos que típicos de una visión
latinoamericana: está el cura pero también la “bruja”, están los periodistas y
exiliados españoles, está la mujer que acepta su destino de amante eterna de un
sacerdote y la joven que se decepciona de la labilidad de Amaro. La novela, que
antecede a otra magistral expresión de lo que fuera el clero en el siglo XIX, La
Regenta , tiene
pocas voces fuera de ese discurso dominante en el que la crítica y la auto
tolerancia van de la mano: el joven prometido de Amelia, a quien las calumnias
y la soledad destrozan, el médico del pueblo, un proto científico ateo
considerado un mal necesario al que se aísla, y no mucho más. De todas maneras,
la película es de muy buen ver y la novela se lee con la voracidad de las cosas
picantes (el juego erótico es agónico en la novela, sensual al extremo).
La
crudeza de la última condicionó la impresión que ofrezco de la primera, lo cual
no es bueno, pero tampoco es malo. Son cosas que pasan.
Pura
espuma surrealista. La espuma de los días
(L’écume des jours). Dirección:
Michel Gondry. Francia, 2013. Basada en la novela homónima de Boris Vian.
Guión: Luc Bossi. Elenco: Romain Duris, Audrey Tautou, Omar Sy, Aïssa Maïga,
Gad Elmaleh, Charlotte Lebon. Por
Laura Valeria Cozzo: Licenciada y profesora en Letras (UBA) y estudiante
del Traductorado en francés (IES en Lenguas Vivas J.R. Fernández).
El
anuncio provocó desbordante entusiasmo entre los amantes de las expresiones
artísticas mágicamente inclasificables como los relatos de Boris Vian y las películas
de Michel Gondry: el director de Eternal
Sunshine of the Spotless Mind (preciosa) y The Green Hornet (olvidable) intentaría llevar a la pantalla grande
la bella L’écume des jours, sin
ahogar su mundo de fantasía en el intento, delito en el que había incurrido
Charles Belmont con su adaptación fílmica de 1968. ¿Cómo traducir en imágenes
en movimiento el lenguaje extrañamente lúdico, impregnado de ingeniosas frases
metaliterarias y sutiles juegos de palabras, con el que el gran Sátrapa
Trascendente había dado forma a un universo fantásticamente poético, lleno de
asombrosas visiones oníricas, tan bellas como crueles?
Todo
parecía indicar que el realizador francés le vendría como anillo al dedo a este
proyecto etiquetado como imposible para mayor comodidad. La web se llenó de
comentarios expectantes e instantáneas en exclusiva permitían vislumbrar el
proceso de gestación del ansiado film, al que el Musée des Lettres et des
Manuscrits del Quartier Latin le dedicó una muestra especial. El resultado
final es tal vez el que se esperaba: quienes quisieran enamorarse de la
película o detestarla con furia, podrán encontrar en ella los elementos
necesarios para justificar su embeleso o su rechazo. La nueva versión narra la
mágica historia de amor del encantador Colin, un joven snob, cultor del jazz y
del amor y una femenina beldad, la frágil Chloé, como así también la de sus
amigos (Nicolás, el cocinero bailarín y su sobrina Alise, quien forma junto a
Chick, amigo de Colin, la pareja a la que unió (y luego separó) la devoción por
el filósofo mediático Jean-Pol Sartre (burlona referencia al gran pensador
existencialista que promovió entusiasta esta novela desde las páginas de Les Temps Modernes, pero que también
supo robarse a Michelle, primera esposa de Vian).
El
film se siente fiel al espíritu de la obra original, con algunas modificaciones
sustanciales (la introducción de una ingeniosa myse en abyme que nos muestra cómo un ejército de mecanógrafos va
escribiendo la historia “en tiempo real” y a los que nada detener, ni siquiera
la irrupción del protagonista intentando impedir el trágico desenlace) y otras
de menor relevancia, estratégicas desde el punto de vista comercial (Alise y
Nicolas son interpretados por Aïssa Maïga y Omar Sy, dos talentosos actores
¿afrofranceses? que se han ganado el amor de los corazones galos) pero que no
alteran el resultado final. Reaparecen felizmente muchos elementos mágicos de
Vian que Belmont había descartado, como la ratita (tal vez darle rostro humano
haya resultado un gran desacierto, acertadamente reprochable en este caso),
pero también se suman otros, como ese buscador con mira telescópica que habría
sido la envidia del inventor del pianocktail o ese timbre con patitas que le
habría dado un merecido descanso a Dedos en la mansión Adams. El film recrea un
universo de ensueño en el que los cuerpos se desplazan con increíble (pero
cierta) libertad, desafiando las leyes de gravedad y la velocidad permitida, al
compás del ritmo de la música de Duke Ellington o de sus corazones. La acción
nunca deja de estar tan cerca y a la vez tan lejos de nuestra realidad, ya sea
en un increíble departamento con vista panorámica a todo París o en una pista
de patinaje sobre hielo donde los habitués se deslizan perfectamente
sincronizados con el disco que se mueve bajo los dedos de un extraño DJ.
Luminosa
y melancólica, a este collage embriagador (para muchos agotador) de fascinantes
imágenes de tono surrealista y sabor agridulce podría reprochársele justamente
ese exceso, el de dar mayor importancia a lo visual antes que a producir una
emoción en el receptor más allá del deslumbramiento sensorial. Igualmente, de
haberse dedicado también al cine, a Vian le hubiera salido casi igualita.
Tócala de
nuevo Sam. Guerra Mundial Z (World War Z). Dirección: Marc Foster.
Basada en la novela de Max Brooks World
War Z. Guión: Matthew Michael Carnahan, J. Michael Straczynski, Damon
Lindelof, Drew Goddard. Elenco: Brad Pitt, Mireille Enos, Daniella Kertesz,
James Badge Dale, Luidi Boeken, Matthew Fox, Fana Mokoena, David Morse, Elyes
Gabel, Peter Capaldi, Pierfrancesco Favino. Por Alex del Olmo: Doctor en
Comunicación Audiovisual y profesor titular en el Tecnocampus en el Grado de
Medios Audiovisuales de la Universidad Politècnica de Catalunya.
“Tócala
otra vez Sam” sería la frase que Marc Foster el director de Guerra Mundial Z podría haberle dicho a
Brad Pitt -enfundado en los pantalones de Gerry Lane un antiguo corresponsal de
la Comisión
de Posguerra de la ONU-
antes del rodaje de la película. A priori, el film no ofrece nada nuevo en un
subgénero tan explotado los últimos años y del que ahora estamos viviendo sus
últimos estertores, recordándonos en ocasiones al díptico formado por 28 Días Después y 28 Semanas Después, y es una lástima, ya que la novela de Max Brooks
–hijo del director de cine que tantas carcajadas nos ha regalado, Mel Brooks-
parece inquietantemente real. Ésta es de carácter coral, basada en entrevistas
a diferentes supervivientes que relatan de forma cronológica la aparición del
“paciente cero” hasta una década después de haber finalizado la guerra. El
film, por el contrario nos muestra el período que acontece durante el Gran
Pánico, centrándose en como ha de sobrevivir en primera instancia la familia de
Brad Pitt ante el primer estallido del virus en la ciudad de Filadelfia.
Precisamente aquí somos conscientes por primera vez de varios cambios respecto
a la novela. El primero es que la infección se propaga a través de un virus y
no son muertos resucitados, y lo segundo, es que los zombis, o debería decir
más bien infectados, se comportan como una jauría infernal. Una fuerza desatada
que arrolla todo a su paso, una masa informe que no actúa como individuo si no
como un pandemónium de gritos y fiereza que engulle todo a su paso. Una
auténtica fuerza desatada que deja tras de si muerte y desolación instantánea.
Se aleja
de esta manera del concepto romeriano de figura lenta y atontada, que a la
postre, es el mismo tipo de zombi que aparece en la novela homónima de Brooks,
haciendo así un homenaje al no-muerto de Romero. Una vez que Brad Pitt y familia
son rescatados y salvaguardados por Thierru Umutoni (Fana Mokoena), secretario
general adjunto de la ONU ,
en un buque situado mar adentro donde un equipo de científicos, médicos,
militares y algún que otro virólogo y nos adentramos más en la trama del film,
la película muestra su mejor trazo cuando empieza a tomar elementos del libro
como la búsqueda del “paciente cero” para intentar dar con una cura para el
contagio y especialmente cuando parece que todo está perdido y Brad Pitt tiene
que volar hasta Jerusalén para contactar con Jurgen Warmbrunn (Ludi Boeken),
agente del Mossad, a parte de este fragmento del film la novela y el libro
discurren por senderos completamente diferentes, siendo el camino del film
mucho más directo –como no puede ser de otro modo cuando el tiempo fílmico fogosita
el de la novela- y por ello bastante más previsible.
Sin
embargo, en la breve conversación que mantienen Warmbrumm y Lane se refleja la
esencia de la novela en la frase que le regala con semblante adusto, el agente
del Mossad a la pregunta de cómo su gobierno estuvo preparado para contener la
debacle zombi: “El décimo hombre…Si nueve de nosotros ante la misma información
llegamos a la misma conclusión el décimo hombre está obligado a disentir y da
igual lo inverosímil que pueda parecer, el décimo hombre tiene que indagar
dando por supuesto que los otros nueve se equivocan”. Y es que Guerra Mundial Z no es una película
sobre zombis, éstos podrían ser substituidos por cualquier plaga bíblica,
desastre natural, invasión de cualquier tipo o hasta por los pájaros del
maestro Hitchcock. La verdad que nos muestra es mucho más aterradora e
inquietante. Nos hace ser conscientes de nuestra fragilidad frente a los
gobiernos, de las mentiras asociadas a la seguridad (trans)nacional, y por ende
que cuando el orden natural parece darse la vuelta, los gobiernos son lo
primero en no reconocer los errores hasta llegar al colapso y dejarnos de lado
(algo que no difiere mucho de la situación mundial que estamos padeciendo hoy
en día). Una vez desamparados de un estamento superior, cuando sólo dependemos
de nosotros mismos y somos conscientes de nuestra soledad podemos ser libres
–para bien o para mal- Nos convertimos en individuos, con sus debilidades y
fortalezas, capaces de hundirse en la desesperación o por el contrario de asociarse para
conseguir un bien mayor pero dejando de esperar la ayuda de un gobierno que no
sabemos si llegará y tomamos nosotros la rienda de nuestras vidas. Algo que
muchos ciudadanos del mundo entero ya está empezando a hacer.
O
mito de Medeia em Eurípides e Pasolini. Medea.
Dirección: Pier Paolo Pasolini. Basada en la tragedia de Eurípides. Italia,
1969. Guión: Pier Paolo Pasolini. Elenco: Maria Callas, Giuseppe
Gentile, Laurent Terzieff, Massimo Girotti, Margareth Clementi, Anna Maria
Chio. Por Ana Flávia
Ferraz: Professora da Ufal e doutoranda da UnB.
O mito de Medeia é uma das tragédias gregas de
maior impacto, justamente porque sua protagonista, diferentemente dos heróis
trágicos tradicionais, transita entre o ser humano e o desumano, o que ama e
odeia, em uma intensidade tal que seria difícil identificá-la nos moldes
traçados por Aristóteles. O herói trágico aristotélico deveria ser bom, mas não
tão bom que passasse da total felicidade à completa desgraça, pois isso seria
revoltante; nem tão mal ou vilão que passasse da inteira desgraça à total
felicidade. O herói trágico deveria se encontrar num meio-termo, pendendo mais
para a bondade do que para a maldade, e encontraria sua desgraça por alguma
falta cometida. A Medeia de Eurípides não se enquadra na descrição.
Arrebatada,
cruel, extremada e sanguinária, Medéia é uma figura trágica muito mais que uma
heroína trágica. Talvez mais uma vítima trágica que um agente trágico, o que,
aliás, está nos planos de Eurípides, cujo drama tem sua razão de ser num mundo
de paixões, misérias e loucuras (BRANDÃO, Junito. Teatro
Grego: Tragédia e Comédia. Petrópolis: Vozes, 1984, p. 64).
As personagens de Eurípides são construídas em
total oposição aos heróis gregos tradicionais e à dramaturgia grega de então.
Observador e atento que era, o tragediógrafo traz para sua poesia os
movimentos, os ideais e a complexidade da sociedade de seu tempo. As
personagens euripidianas amam, odeiam, são humanizadas, contrapondo-se às quase
deusas sofoclianas e esquilianas. Assim, para Eurípides, “[...] o destino do
homem nasce do demônio que habita em seu peito, afinal: a paixão é mais forte
que a razão” (BRANDÃO, p. 63).
A mulher, todos sabem, é medrosa demais, fraca
diante da força, covarde diante do brilho de um simples punhal. Porém, lesada
em seu leito, ferida em sua honra, não existe coração mais feroz e insaciável (EURÍPIDES.
Medéia. Tradução Millor Fernandes.
Rio de Janeiro: Civilização Brasileira, 2004, p. 24).
Nasceste
mulher. E nós, mulheres, que a natureza fez inaptas para as virtudes, devemos
demonstrar que somos insuperáveis nas perversidades (EURÍPIDES, p. 32).
Nas falas
de Medeia inseridas acima, percebe-se que a dramaturgia euripidiana constrói o
seu trágico através da passionalidade e não da interferência divina; o que o
coloca em contraponto com seus antecessores. Se em Ésquilo e Sófocles
encontramos um herói ideal, Eurípides nos apresenta um herói humano. Desta forma,
o desenvolvimento trágico se dá a partir de relações inter-humanas, fazendo,
portanto, aflorar o cotidiano das mulheres atenienses.
Sabe-se
que a mulher ateniense do século V a.C. tinha um papel social limitado e
voltado apenas às funções familiares. Proibidas de participar da vida social e
política da cidade, viviam quase exclusivamente em retiro, aparecendo muito
raramente em público.
Quando em casa, ficavam restritas ao gineceu, lugar destinado a elas e suas escravas. Desenvolviam
apenas trabalhos manuais e não tinham direito à educação (DUTRA, Enio Moraes. O Mito de Medéia em Eurípides. Em: http://w3.ufsm.br/revistaletras/artigos_r1/revista1_8.pdf.
Acesso: 28/01/2014, p. 4-5). Inicialmente eram mantidas pelos pais, passando,
após o casamento, à tutela de seus maridos e senhores.
A Medeia, de Pier Paolo Pasolini, produção
cinematográfica de 1969, difere da personagem euripidiana. Nos anos 60, o
cineasta italiano recria textos do teatro antigo na narrativa cinematográfica e
faz atualizações e adaptações dos mitos em suas produções poéticas. Na verdade,
o interesse do cineasta pela tragédia começa nos anos 60, quando se dedica à
leitura de Platão. Fruto deste interesse, Pasolini produz seis peças que faziam
referência, de forma mais direta ou discreta, aos mitos gregos (FABRIS,
Mariarosaria. A tragédia grega no cinema de Pier Polo Pasolini. Em: CORSEAULL,
Anelise Reich; LISBOA, Fátima Sebastiana Gomes; OLIVEIRA, Henrique Luiz Pereira,
(et alli). Cinema- lanterna mágica da
história e da mitologia. Florianópolis: Editora UFSC, 2009, p. 117). No
cinema, Édipo Rei (1967), Medeia (1969) e Anotações para uma Oréstia Africana (1970) são alguns exemplos. “O
desconforto em relação à realidade o levou a buscar, nas antigas mitologias ou
no Terceiro Mundo, as raízes do homem contemporâneo” (FABRIS, p. 122).
O filme
de Pasolini começa com a infância de Jasão e traz para a sua narrativa os mitos
do Velocino de Ouro e dos Argonautas, situando o expectador e entrelaçando as
mitologias, que culminarão no filicídio executado pela feiticeira. Porém, esse
situar-se não é tarefa fácil, e já no início do filme o centauro Quíron
adverte: “É uma história complicada porque é criada por fatos, e não pensamentos”.
O mito de
Medeia surge a partir da metade da película e com algumas modificações da obra
euripidiana. Pasolini prefere suprimir o encontro da feiticeira com Egeu, rei
de Atenas, que lhe garantirá proteção, e acrescenta a morte da noiva Glauce.
Com uma fotografia grandiosa do norte da Itália, Turquia e Síria, o filme é
valorizado pela bela interpretação de Maria Callas.
A obra de
Pasolini é marcada pelas experiências políticas e estéticas que teve ao longo
de sua vida. Entendia que a Grécia antiga era o berço das bases poéticas,
políticas e artísticas do mundo moderno. A escolha pela obra de Eurípides se
deu menos por um interesse direto nas produções do tragediógrafo e mais por
tratar-se de uma obra que inspirou o drama moderno burguês. Com Medeia Pasolini parece querer mostrar
que “o instinto e a irracionalidade persistem na civilização moderna, os
sentimentos ainda estão na base da razão” (FABRIS, p. 137).
A Medeia de Pasolini não parece querer
denunciar a condição de restrição que viviam as mulheres na polis grega, e sim sua natureza
transgressora, revolucionária e libertária. A Medeia pasoliniana quase não fala, não demonstra a força de sua ira
e sua capacidade vingativa; mas é capaz de soltar suas amarras, de ressurgir,
ainda que de forma tão trágica.
O mito de
Medeia, apesar de milenar, ainda é contemporâneo, pois continua a possibilitar
uma leitura no mundo moderno a partir das múltiplas experiências trágicas
reproduzidas nos cotidianos dos núcleos familiares. “Trata-se, como desejam
alguns críticos, de uma criminosa comum? De uma louca? Talvez uma grande dor
possa responder por ela” (BRANDÃO, p. 70).
Tras los
pasos de Mengele. Wakolda. Dirección:
Lucía Puenzo, basada en
su novela homónima. Argentina, 2013: Guión: Lucía Puenzo. Elenco: Álex Brendemühl,
Natalia Oreiro, Diego Peretti, Elena Roger, Guillermo Pfening, Ana Pauls,
Florencia Bado, Alan Daicz, Abril Braunstein, Juani Martínez. Por Luis Ángel Gonzo:
estudiante de Letras (Universidad de Buenos Aires).
Wakolda narra varias
historias entrecruzadas, desprendidas de los intersticios o puntos ciegos de la Historia : donde la
ciencia propicia variables la ficción enlaza sus tramas. Esta historia (la de
la película) transcurre en el verano de 1960, en la Patagonia. Una
familia (una familia “tipo”: padre, madre, hijo, hija) transita la ruta del
desierto rumbo al sur. Se dirigen a Bariloche para reabrir una hostería
heredada. En el camino, cuando estacionan, la hija (Lilith) cruza miradas y
palabras con un forastero de acento germánico (es alemán; sabremos luego que es
médico y también sabremos, más adelante –o no tan adelante: el trailer de la
película lo presenta como “uno de mayores criminales de la historia”-, que es
Josef Mengele, nazi-SS Hauptsturmführer-[capitán de las SS]-doctor-y-científico-criminal-de-guerra-experimentador-en-Auschwitz-campo-de-exterminio);
hombre elegante, reservado, gesto cortés, mirada seductora. En las palabras y
miradas que intercambian el forastero y la hija menor se introduce uno de los
nudos de la historia: Lilith (sietemesina, rasgos simétricos, ascendencia
alemana) tiene doce años pero su percentual es de nueve; distancias y cercanías
del cruce entre el adulto y la niña, que abren el camino de cómo una mirada
acorta el espacio y el tiempo: el médico podría intervenir su crecimiento,
ayudarla a desarrollarse, ser normal, parecer de doce a los doce: acoplar la
masa de volumen de su cuerpo con el tiempo de vida que acusa.
Por ese nudo se enlazan la historia y la Historia : la narración de
la película, acompañada por la voz en off
de Lilith, precisa esas coordenadas entre el científico extraño y la
niña-monstruo-plataforma-de-experimentación; al registro de la cámara y la
narración de Lilith se agregan los dibujos y notas de los cuadernos de Mengele,
repletos de trazos, medidas, ilustraciones, comentarios, tasaciones de los
seres vivientes que ha cruzado (vacas, toros, ovejas: animales) y de quienes lo
circundarán desde ese cruce en adelante (madre, padre, hijo, hija…), ya que él
será el primero en hospedarse en el emprendimiento familiar. Apuntes, formas,
datos, glosas que indagan de raíz la idea de “lo humano”: cómo dar cuenta de
ello, cómo registrarlo. Desmenuzan su madeja de supuestos y la de su campo
semántico: “normal”, “natural”, “humano” y “desarrollo” son palabras-bisturí
que nos moldean a imagen y desemejanza; interrogantes.
Llegados a Bariloche, la trama avanza conjugando horror y
normalidad en una mezcla de rutinas, coyunturas y oportunidades que llevan la
atmósfera del relato de la cotidianeidad al thriller
en un movimiento a la vez lento y vertiginoso, la respiración de la trama se
acelera en cuestión de dos o tres escenas: la inserción escolar de Lilith y su
hermano en la escuela a la que había asistido su madre, en la que se manifiesta
la complicidad institucional-educativa germana con el régimen nazi (entonan del
himno, identificados); la sugerencia de Mengele de inyectarle hormonas a la
niña para acelerar su crecimiento, es decir, de generar el vértigo temporal por
vía intravenosa (crecer lo más posible en el menor tiempo posible); y,
finalmente, la propuesta de Mengele de producir en serie, junto con el padre de
Lilith, muñecas perfectas, de su exclusivo diseño, con lo que el deseo
individual se realiza en forma masiva en un producto cuya financiación, sin el aporte
del médico, hubiese sido imposible; todo lo cual forma un juego de espejos y
correspondencias tan sugerentes como obvias.
De allí en más, el desarrollo hacia el clímax, en el que
diversas circunstancias (el olvido como política por parte de la institución
educativa alemana; la estructura del Partido nazi moviendo fondos, contactos e
identificaciones; la cacería nazi emprendida por el Mosad con el apoyo
estadounidense; la doble identidad de personajes que son agentes de uno u otro
bando; el embarazo de gemelos, duplicación-perfecta-campo-experimental, de la
madre de Lilith, cuya gestación y parto serán seguidos por Mengele, sospechado
y perseguido; Lilith creciendo y padeciendo la aceleración…) se conjugan y dan
forma a un drama de suspenso en el que la idea de lo perfectible, su
relatividad, la coyuntura histórica y el poder de la fotografía y las imágenes
dan el ritmo de fuga y mutación que estructura los hechos.
La
vida de Platt. 12 años de Esclavitud (12
years a slave). Dirección: Steve McQueen. Basada en 12 Years a Slave de
Solomon Northup. Guión: John Ridley. Elenco: Chiwetel Ejiofor, Michael
Fassbender, Benedict Cumberbatch, Paul Dano, Lupita Nyong'o, Paul Giamatti,
Sarah Paulson, Brad Pitt, Alfre Woodard. Por Eliana Giselle Melano Lic. en Comunicación Social. Universidad Nacional de Córdoba, Escuela de Ciencias de la Información.
Para
ver esta película hay que disponerse a pasar la mayoría de los 134 minutos
sintiendo la injusticia de la esclavitud en todo el cuerpo. “12 años de
esclavitud” a través de escenas
fuertemente violentas nos trae al presente y nos hace pensar sobre uno
de las aberraciones más duras que ha sufrido la historia de la humanidad. Es
destacable el personaje principal Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor), a quien
la mayor parte del tiempo lo conoceremos como Platt, nombre que recibe al ser
convertido en esclavo. La historia de su vida es la narración de los diferentes
estados emocionales y actitudes asumidas frente al hecho de ser un hombre libre
que vive en New York en 1841 y que de repente es capturado para posteriormente
ser obligado a vivir como esclavo. Platt frente a un hecho tan inesperado como
el ser engañado y encerrado en plena ciudad de Washington es poseído por el
desconcierto y la inaceptación de la condición de esclavo que a fuerza de
intensos latigazo y, perturbadores para el espectador, buscan hacerle confesar;
posteriormente en medio de su traslado hacia el sur y la consecuente venta en
un mercado de esclavos vemos a un Platt que opta por la sumisión para sobrevivir,
en otras palabras como medio para llevar adelante la esperanza de recuperar su
vida; a medida que los años pasan, la traición, el sufrimiento, la pérdida de
compañeros, la desesperación, el llanto y la tristeza terminan ganando el ánimo
del personaje. Estos cambios de estados frente a la condena de la que
esclavitud que padeció Solomon es uno de los aspectos más destacables del film
en cuanto a que contribuye a ofrecer una gran cuota de realismo al espectador y
con la posibilidad de identificarse con el personaje. Aunque no justifica la
duración de la película, a veces, se vuelve monótona y en otros momentos
excesivamente violenta y larga en las escenas más impactantes.
Además
del protagonista principal hay otros personajes que representan diferentes
eslabones del mecanismo de la esclavitud. Es el caso del primer amo de Solomon
el dueño de una plantación William Ford (Benedict Cumberbatch), que junto con
su esposa representan los amos amables con los esclavos, tienen un relativo
buen trato y en un momento hasta le regala un violín a Solomon en compensación
a un inteligente aporte como carpintero que había realizado en su la
plantación. Tal es así, que Solomon deposita la esperanza de que su suerte
cambie en la relación que establece con el Sr. Ford, pero cuando los intereses
del amo se ven afectados por un conflicto del esclavo con un capataz Ford
decide trasladarlo. Con esto queda reflejado que más allá de la muestra de
aspectos benévolos por parte de Ford en el hecho de utilizar esclavos no hay mirada
alguna de ver a los negros como personas sino que son considerados mercancías.
Posteriormente
aparece el personaje Edwin Epps (Michael Fassbender) quien va a ser en la mayor
parte del relato el amo de Solomon. En Epps se representa el amo sumamente cruel,
con una violencia que roza la demencia, absolutamente convencido de la
inferioridad de la raza negra y con constantes discursos que lo manifiestan
apoyándose en lo que dice la
Biblia.
En
la plantación de Epps, Solomon conoce a una esclava joven llamada Patsey
(Lupita Nyong’o) quien es la que más algodón recoge en la plantación, esto
sumado a su juventud y belleza es motivo de elogios por parte de Epps pero al
mismo tiempo de reiteradas violaciones. Patsey representa la resignación ante
la situación de esclavitud. Y en diálogos con Solomon éste en algunos momentos
se contagia de la desesperenza de Patsey.
Luego
y por último otro personaje importante en la vida de Solomon es Samuel Blass un
trabajador canadiense, que tiene charlas con Epps manifestando su oposición a
la esclavitud. Este personaje justamente representa quienes aun viviendo en
sociedades esclavistas como eran las del sur de Estados Unidos estaban en
desacuerdo y proponían la igualdad entre blancos y negros. Para Solomon, Blass
se convierte en la posibilidad de liberación y de volver a su vida como hombre
libre.
En
conclusión, este film ganador del Oscar, toma un tema como la esclavitud
narrando las diferentes posturas y emociones que genera tanto en amos, esclavos
y otros trabajadores, cabe aclarar que principalmente está enfocada en las
víctimas, los esclavos. Cuenta con buenas actuaciones, una bella fotografía y
logra hacer sentir al público el sufrimiento de los personajes aunque a veces
se abusa de las escenas de tortura y desde el punto del espectador se vuelve
demasiada intensa y larga en algunos fragmentos. Con respecto al final de la
historia es un alivio para el público y por otro lado termina por alegorizar en
Solomon o Platt el valor de la esperanza.
BONUS
TRACK
El cine como accesibilidad a la población con
discapacidad visual. Por Fernando Díaz
Cruz: Estudiante
de la carrera de Cine y Televisión de la Universidad Jorge
Tadeo Lozano, Bogotá, Colombia. Gestor Cultural y audiovisual. Actualmente hace
parte de proyectos como Cine para Ciegos y Cine en las Cárceles en el Festival
de Cine de Bogotá.
“La verdadera inclusión de las
personas con discapacidad se logra cuando tienen acceso pleno, total e
independiente a todas las manifestaciones culturales de la sociedad” Luis Guillermo Torres.
El
proyecto que a continuación se presenta, busca llevar el cine como herramienta
a una población que ha estado al margen del Cine para Ciegos, como son las
personas con discapacidad visual. Para ello es preciso convertir las películas
al formato audio-descripción. Como prueba piloto se hizo una experiencia en la
29 versión del Festival de Cine de Bogotá en el año 2012, con la película “El
Gallo de Oro” del Director Roberto Gavaldon. Este año 2013 se realizó un
proceso similar con la película “La Estrategia del Caracol” del Director Sergio
Cabrera, proceso que contare en detalle más adelante.
El
Cine para Ciegos es una de las formas y herramientas más interesantes de
ampliar y generar espacios de esparcimiento cultural en núcleos olvidados de
nuestra sociedad, es una herramienta que permite recuperar y activar la memoria
en las personas con discapacidad visual, y por lo tanto merece un lugar
especial en nuestras reflexiones. Sin embargo, hay varias incógnitas en torno a
si las personas con discapacidad visual, tanto jóvenes, adultos y mayores saben
que es el Cine para Ciegos.
¿Existe
el Cine para Ciegos en nuestro país? Estarán interesados en ello y si lo
relacionan de alguna forma con el valioso material audiovisual disperso en las
diferentes generaciones que han acompañado el devenir audiovisual de nuestro
Cine Colombiano. ¿Qué tanto puede contribuir el Cine para Ciegos a las personas
con discapacidad visual desde el punto de vista cultural y de entretenimiento?
Por
ello, el problema que se considerara será la inclusión de las personas ciegas
al cine y la valoración que tienen jóvenes, adultos y mayores a la
accesibilidad del Cine y de forma muy especial a sus imágenes, las del Cine
Colombiano.
En
Colombia la producción de Cine para Ciegos no existe, podríamos indicar que
existe un número reducido casi nulo de estas producciones, generalmente son
para un ámbito académico o personal, ya que el público en general no conoce de
esta herramienta de la audio-descripción. Aún no existe la accesibilidad, que
las personas con deficiencia parcial o total no pueden frecuentar espacios de
esparcimiento cultural o cineclubes, o muestras estudiantiles o visitar
Festivales de Cine, sin un acompañante que les ayude a describir la obra
audiovisual.
Por
este motivo y siguiendo con lo anterior, se realizó por primera vez en el año
2012 en la vigésima novena versión del Festival de Cine de Bogotá, una función
muy especial con el formato de audio-descripción para personas con discapacidad
visual en Bogotá.
Es
fundamental señalar que este sistema de audio- descripción se basa en una
descripción puntual y minuciosa de personajes, situaciones, acciones, paisajes,
gestos, vestuario y circunstancias que ocurran en la escena, así facilitando la
total película en las personas con discapacidad visual.
Por
ello es importante preguntarse por el interés que pueden tener los jóvenes,
adultos y mayores en este tipo de Cine para Ciegos, relativamente novedoso en
nuestra capital bogotana. Es cierto que hace falta más aproximación a este tipo
de producciones, y sobretodo crear una cultura cinematográfica en las personas
con discapacidad visual, pero esta iniciativa está destinada a propiciar el
cine no solo como forma de expresión artística, sino también que acudan al cine
como una propuesta de integración.
En
general, el cine sigue siendo un territorio prácticamente vedado para las
personas con discapacidad visual, en Colombia la población está integrada por
1.143.992 personas ciegas y con baja visión, el 82% vive en condiciones de pobreza,
menos del 1% de las personas ciegas y con baja visión acceden al cine. Por este
motivo se entiende que el ocio debe ser tenido en cuenta como aproximación a
una cultura cinematográfica, escogiendo películas de nuestro patrimonio
fílmico, además de filmes de reciente estreno colombiano.
Por
lo que ha mostrado una búsqueda inicial, no parece haber antecedentes de este
tipo de sistema de audio-descripción en producciones colombianas, y ninguno de
este tipo de estudios en Bogotá en el que se trata de hacer un sondeo. Se
justifica entonces realizar un programa de audio descripción con las mejores
películas colombianas, que con esta difusión se entienda en principio que las
personas invidentes miren primero nuestro propio cine, nuestra memoria
audiovisual además de difundir el sistema de audio-descripción en
cortometrajes, largometrajes, documentales, y animación, además de trabajos
estudiantiles que se ofrezcan para este sistema de audio-descripción,
proporcionando a las personas con discapacidad visual un sistema de apoyo que
suministra una información sonora que explica y describe la obra audiovisual,
para que así sea comprendida, de la forma más parecida a como lo percibe una
persona que ve.
El
Festival de Cine de Bogotá tuvo el primer acercamiento a la realización y el
proceso que aconteció, eventualmente ofreció los escenarios, motivando la
primera experiencia de Cine para Ciegos en la Cinemateca Distrital
en el año 2012, con una película basada en una historia de Juan Rulfo, con
guion de Carlos Fuentes y García Márquez, es el “Gallo de Oro” de Roberto
Gavaldon.
Si
bien es cierto no es una película de producción colombiana, pero su relación se
debe a un merecido homenaje que el Festival de Cine de Bogotá realizo a Gabriel
García Márquez. Es notable también indicar, que esta primera experiencia de
Cine para Ciegos, se logró también en alianza con el Instituto Nacional para
Ciegos, en la cual se obtuvo un afiche en braille del afiche oficial del
Festival diseñado por el Maestro Nadin Ospina. Además del conversatorio “Como
ir a cine con una persona ciega”, después de la película, esta primera
experiencia tuvo como resultado, una búsqueda en desarrollar en las siguientes
funciones de Cine para Ciegos, un espacio alternativo como Cine-Club.
Siguiendo
con lo anterior, el interés particular que el Festival de Cine de Bogotá
pretende visibilizar y mantener es: un espacio alternativo de socialización,
interacción y reflexión como Cineclub Accesible; un espacio que además cumpla
con las condiciones técnicas, donde de forma activa se incorpore las personas
con discapacidad visual a valorar el cine como fuente de información y conocer
a través del Cine Colombiano situaciones, personajes, contextos, además de
compartir su tiempo libre con familiares y amigos.
Para
ello es importante preguntarse el interés que pueda generar dicho espacio,
entiéndase como el intercambio de opiniones, deseos, puntos de vistas, gustos,
situando en común personas con discapacidad visual, que puedan ejercitarse en
el análisis y critica en torno a las diferentes películas, porque si bien es
cierto es lo que se necesita y se busca como objetivo fundamental para el
desarrollo del Cine para Ciegos, es la participación activa para los niños, las
niñas, los adolescentes, todos los estudiantes, todas las personas ciegas y con
baja visión, que puedan acceder en igualdad de condiciones, además de estimular
una crítica audiovisual.
Entiéndase
una crítica audiovisual como la generación de conocer nuestra identidad
cinematográfica en las diversas tendencias que han enriquecido e influido
nuestro Cine Colombiano. Si bien es cierto el cine hoy, es una herramienta que
reconocemos se ha convertido en una industria y en un medio de comunicación,
donde existen diversos lenguajes audiovisuales, dignos de reflexión, que
compaginan una serie de elementos, es un espejo que si bien nos refleja ciertos
rasgos culturales de cada sociedad, y depende de cada contexto cultural a
través del lenguaje cinematográfico y así ser recibido por uno o muchos
receptores, este cine como herramienta puede convertirse en Accesible,
incluyente, y sobre todo de integración hacia una comunidad invidente y
vidente, posibilitando así el intercambio de aprendizajes y retos que puedan
desarrollarse durante el transcurso de la accesibilidad en el Cine.
Ahora
bien, en efecto, es necesario comprender que el proyecto de Cine para Ciegos,
se puede con la búsqueda y gestión de entidades y fundaciones que tengan como
misión participar en la integración y articulación de las personas con
discapacidad visual, así facilitando también la consecución de recursos,
motivando a hacer múltiples funciones en pro de un Cine-Club Accesible, además
de buscar la posibilidad económica de hacer funciones en diferentes ciudades,
pueblos, municipios, entre otros. En este orden de ideas cabe señalar, que la
obtención de patrocinios está ligada también al pago de derechos de las
distintas películas, la exhibición en DVD y la presencia del Festival durante
cada evento, además de otros recursos que pueden ser gestionados.
Ahora
explicare en breve el proceso con la adaptación realizada a la película “La Estrategia del Caracol”
en el formato de audiodescripción, se escogió esta película por dos razones;
cumple 20 años desde el momento de su estreno, con un merecido homenaje que el
Festival realizo a la
Película en los 30 años del Festival de Cine de Bogotá; la
segunda razón, esta película se encuentra en el imaginario del pueblo
colombiano, es decir, es una película vigente después de 20 años de su estreno,
es un film que ha quedado como una joya del Cine Colombiano, un cine de calidad
con éxito de taquilla.
Si
bien es cierto, en este proceso se logró la consecución de recursos, la
búsqueda de patrocinadores, que es el terreno que fortalece este tipo de
iniciativas, donde se habla en términos prácticos de costos, presupuesto de la
realización y ejecución y sobretodo de la implementación que dan como garantía
promover la participación de personas ciegas y con baja visión y sus
organizaciones. En este sentido es de resaltar las alianzas con el Instituto
Nacional para Ciegos (INCI) y con el Centro de Rehabilitación para Adultos
Ciegos (CRAC), que de acuerdo con la primera experiencia como proyecto piloto
del “Gallo de Oro”, la película de “La Estrategia del Caracol” de alguna manera
despertaba más curiosidad en fundaciones e institutos especializados,
favoreciendo en alianzas y visibilizando este proyecto en la comunidad
invidente. De esta manera el Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos
(CRAC), se interesó en el proyecto, continuando con la responsabilidad de
promover la inclusión social, y fomentar el acceso a la cultura y sobretodo
generando una mayor afluencia de la comunidad invidente.
Ahora
bien, es necesario comprender que al finalizar la película de “La Estrategia del Caracol”
se realiza un foro de integración en búsqueda de opiniones, inquietudes, dudas
y sobre todo un énfasis en la reflexión y análisis entorno a la película.
Siguiendo
con lo anterior, es necesario contar en detalle, además de lo anteriormente mencionado,
con respecto al público que asistió a la función de la Estrategia :
Poca, casi nula asistencia de jóvenes invidentes
Mayor asistencia de un público mayor de edad invidente
Completa asistencia de público vidente
Esto
en gran medida puede dar un precedente del público participante en la función,
además de acuerdo a esto, podemos analizar en esta segunda función, la
interesante participación de un público vidente, si bien es cierto el objetivo
es la integración como instrumento social con estas películas tanto de público
invidente como vidente, podemos decir que fue satisfactorio, pero también causa
curiosidad la nula asistencia de un público joven de invidentes, y un
porcentaje más alto de público invidente mayor de edad en la sala de cine.
¿Porque
sucedió esto?
Si
bien es cierto podemos dar un comentario del porque sucedió esto, dando así
unas razones que nos ayuden a entender esta experiencia en la película “la Estrategia del
Caracol”.
Después
de finalizada la película y el foro, tuve una breve conversación con la persona
de prensa del CRAC y del INCI, me comentaban del entusiasmo de seguir con este
proyecto divulgando la inclusión al cine en personas con discapacidad visual,
pero además de los inconvenientes o más bien del proceso que se debe realizar a
largo plazo; el público invidente joven no conoce este formato de
audiodescripcion en películas colombianas, el público de mayoría de edad conoce
la audiodescripcion por películas de la Organización Nacional
de Ciegos Españoles (ONCE), un organismo gubernamental que ha construido un
sistema de prestación social a personas con ceguera o discapacidad visual
alrededor del mundo, películas que han llegado a nuestro país, pero que tienen
serios inconvenientes puesto no tienen imagen y la traducción es en dialecto
español de España, lo que afecta a la persona ciega, recordemos que no solo
existen ciegos con ceguera total, sino también ciegos con baja visión que
diferencian formas, colores y tamaños, y al no tener imagen una película, el
ciego con baja visión no disfruta de la misma.
Entonces
según esta información y además de los comentarios del público el día de la
función, pero sobretodo de nuestras alianzas del CRAC Y EL INCI, las personas
ciegas se sienten excluidas de la sociedad, como descartadas por no tener
garantizados sus derechos al avance de las tecnologías del entretenimiento,
donde el nivel de población invidente vive en condiciones de pobreza y sin
accesibilidad a espacios entre muchos otros como; una Sala de Cine, sumado a
esto parte de la población con discapacidad visual no conocen de esta
herramienta de la audiodescripción en películas colombianas.
Esto
se traduce en la pérdida de su autonomía como personas, de su potencial como
integrantes de la sociedad, y la no participación plena en acceder al
entretenimiento. Los problemas asociados a las personas con ceguera total o
baja visión, no se resuelven con el aprendizaje de braille y el bastón para
poderse movilizar, sino continuar en divulgar y promocionar este tipo de
iniciativas, crear ese medio y formas para informar, comunicar y acceder al
entretenimiento que es lo finalmente nos interesa como Festival de Cine de
Bogotá para el progreso y que responda a las necesidad de la comunidad
invidente y con baja visión.
Es
de subrayar que el proyecto de Cine para Ciegos hace un énfasis en nuestro
cine, un cine que finalmente sin importar los inconvenientes es nuestro, es
nuestra identidad audiovisual y es nuestro cine el que debe imperar por razones
netamente de apoyo y debe adaptarse al formato de audiodescripción, es tomar en
cuenta a los productores y directores de épocas de FOCINE, y que ahora con el
devenir de los años, se constituyó en PROIMAGENES y en el fondo para el
desarrollo cinematográfico (FDC) del Ministerio de Cultura. Un cine que está en
los anaqueles de la
FUNDACION PATROMONIO FILMICO, un cine que está en la
biblioteca especializada BECMA de la CINEMATECA DISTRITAL ,
un cine que está desde 1925- y continua con vigencia y presencia nacional e
internacional.
Esta
es la reflexión que tenemos, ejercicio que se debe aglutinar con el poder de la
gestión, un especial énfasis de estas herramientas de integración, inclusión a
nuestras manifestaciones culturales. El cine como herramienta de ser accesible
para personas con discapacidad visual, una relación cine-espectador, un medio
de comunicación de masas, factor determinante que influye y modela al
espectador, pues el cine ha actuado como un modelo conformador de actitudes y
estilos de vida, marcando nuestras pautas de comportamiento y tendencias
estéticas del ser humano.
BIBLIOGRAFIA
J.
Aumont, A.Bergala, M. Marie, M. Vernet. Estética del Cine. Capitulo las
condiciones de la ilusión representativa. Editorial Paidos comunicación, París
1983 págs. 228-232
J.
Aumont, A.Bergala, M. Marie, M. Vernet. Estética del Cine. Capitulo el lenguaje
cinematográfico. Editorial Paidos comunicación, París 1983 págs. 159- 167.
Cuadernos
de Cine colombiano. Investigación e historiografía. Recepciones contemporáneas
de la imagen cinematográfica. Editorial nueva época, págs. 25-34.
REFERENCIA
PÁGINAS
Senador
Carlos Ferro Solanilla. Ponencias Acceso TIC para Ciegos. Recuperado de
http://www.carlosferro.com/actividad-legislativa/ponencias#.UnXwknBLMec
Instituto
Nacional Para Ciegos. (INCI). Colombia. Área Misional, INCI. (Consulta:
miércoles 23 de octubre 2013). Actualización disponible en
http://www.inci.gov.co/ç
Centro
de Rehabilitación para Adultos Ciegos. (CRAC). Colombia. Resultados de Gestión,
CRAC. (Consulta: miércoles 23 de octubre 2013). Actualización disponible en
http://www.cracolombia.org/
Organización
Nacional de Ciegos Españoles. (ONCE). España. Servicios Sociales, ONCE.
(Consulta: miércoles 23 de octubre 2013). Actualización disponible en
http://www.once.es/new
Comentarios
Felicitaciones por el blog, me parece excelente. El numero sobre la película El Crimen del Padre Amaro me parece muy bueno y demuestra un claro ejemplo de la transformación de las imágenes desde un contexto literario a un lenguaje cinematográfico. Me gusto el comentario que se hace respecto a que el libro tiene una función casi bibliográfica, es muy cierto.
Felicitaciones por el blog, me parece excelente. El numero sobre la película El Crimen del Padre Amaro me parece muy bueno y demuestra un claro ejemplo de la transformación de las imágenes desde un contexto literario a un lenguaje cinematográfico. Me gusto el comentario que se hace respecto a que el libro tiene una función casi bibliográfica, es muy cierto.